Con la ratificación del permiso de excavación por parte de las autoridades isleñas, Jo Ann Van Tilburg terminó con la primera etapa de la excavación iniciada en abril de 2010 en la cantera del Rano Raraku e interrumpida por el robo de sus equipos metereológicos. Se trata de la investigación de un Moai con petroglifos en la cantera del Rano Raraku, referidos por Katherine Routledge en sus notas de campo, pero jamás publicados hasta la fecha.
En la excavación se encontraron con 13 petroglifos de canoas polinésicas en el torso del Moai, un pez volador y tres líneas con un círculo muy parecido a otros Moai conocidos. Esta es la quinta excavación de esta estatua en la historia Rapa Nui. La primera fue aquella realizada por Routledge, pero de la cual no existe registro científico, salvo unas notas de campo. La segunda fue la de Thor Hayerdahl (1956), la tercera del etnógrafo Thomas Barthel (1957) y la cuarta del artista Lorenzo Dominguez en 1960. Todos excavaron estos Moai hasta el mismo nivel de profundidad que Routledge y luego los volvieron a cubrir. Hasta dejaron olvidados una botella vacía de vino francés en su excavación. Lamentablemente en la isla se han realizado en los últimos cien años cerca de 90 excavaciones de estatuas en diferentes lugares y por diversas personas, sin contar con los correpondientes informes ni registros científicos.
Una sección del mapa, generado por datos del GPS, mostrando locación y características de los Moai en la canteradel Rano Raraku
Christian Arèvalo Pakarati, integrante del equipo investigador desde 1989, nos relata que …” en la presente excavación del primero de los dos Moai en cuestión, en la cuál trabajamos 10 personas rapanui, se removieron aproximadamente 26 m3 de tierra hasta llegar a la base de la estatua, una piedra plana sobre un pavimento hecho con núcleo basáltico que hace de cuña para estabilizar un Moai. En este último nivel – de 1,20 m de profundidad – la excavación se puso delicada, estaba lleno de lazcas Lapilli que cayeron al suelo mientras nuestros antepasados realizaban las terminaciones del Moai. Era el nivel màs antiguo cuyo material nunca había sido removido por nadie, ni siquiera por Routledge. Sentimos una energía muy especial, aquí encontramos una gran cantidad de Toki, azuelas de basalto usadas como herramienta para esculpir los Moai. Tambièn encontramos la firma de los artistas abajo del Moai – un petroglifo de canoa con dos remos. ¿Porqué petroglifos en un Moai? Se supone que durante las guerras tribales se grabaron canoas en diferentes lugares de una estatua, hasta en su cara, probablemente como manifestación política posterior a su derribamiento.”
Con la revisión de las notas de campo de Routledge, una minuciosa recopilación de fotos de época, el catastro del total de 1045 Moai existentes en la isla como en el mundo (resultado de una investigación anterior), y los resultados de la presente excavación, el equipo investigador podrá construir una completa base de datos de los Ahu y Moai de Rapa Nui. Jo Ann nos explica que aparte de 286 Toki antiguos, se encontraron también fragmentos de cráneos, mandíbulas de rata polinésica, algunas osamentas humanas y de pollos, carbón y alta concentración de arenilla negra que es basalto descompuesto. Todo ello permanecerá en la isla. Ésta información estará disponible en un innovador mapa topográfico y arqueológico, con un inventario de más de veinte mil imágenes a partir de marzo próximo en nuestro sitio web.
El catastro de 1045 Moai de Rapa Nui corresponde al Easter Island Statue Project (www.eisp.org) de Tilburg iniciado en 1982 con modernos equipos de medición topográfica y arqueológica (GPS rover unit). La etapa final de este proyecto considera la excavación de un segundo Moai en la cantera del Rano Raraku a realizarse en un plazo de cinco 5 años. El proyecto último de Jo Ann Van Tilburg será la creación de un programa de restauración con la participación de jóvenes estudiantes de arqueología y conservación y restauración arqueológica de la etnia rapanui.