Parque Marino en Salas y Gómez

Parque Marino en Salas y Gómez

Parque Marino en “Salas y Gómez”

La organización internacional de conservación marina – Oceana y la National Geographic Society programaron una expedición a la isla Salas y Gómez en marzo 2010. El equipo científico,  junto al guía invitado Michel García, buzo residente en Isla de Pascua,  pudieron grabar con un robot submarino la vida marina existente a más de 100 metros de profundidad. En esa ocasión los científicos pudieron constatar la presencia de una gran riqueza de vida donde algunas especies como tiburones, langostas, peces y algas son notoriamente más abundantes que en isla de Pascua, distante a sólo 415 Km.

 Ambas instituciones, junto a la Comisión de Pesca del Senado chileno, recomendaron al Presidente Sebastián Piñera la creación de un parque marino de 150.000 Km2 alrededor de la isla Salas y Gómez, uno de los lugares prístinos que aun quedan en el océano. Con este parque, el 19,5% del ecosistema marino de Isla de Pascua – de la cual Sala y Gómez es parte – quedará  protegida. En los parques marinos solo se pueden realizar actividades de observación y actividades de extracción con fines de  investigación científica y estudios autorizados, para cuidar la diversidad de las especies y su habitat. Esto abre posibilidades turísticos para Isla de Pascua como el buceo y observación de especies marinas.

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La isla Salas y Gómez , descubierta en 1793 por el marino español José Salas y anexada a Chile en 1808, está conformada por dos rocas deshabitadas que tienen una superficie de 15 hectáreas. En ella anidan 21 de las 150 especies de aves marinas reconocidas en Chile, entre ellas la fárdela de Isla de Pascua , la golondrina de garganta blanca y el ave del trópico de cola roja. En su zona económica exclusiva – las 200 millas marinas que la rodean – existen cerca de 30 montes submarinos donde se han identificado 170 especies de peces. Entre ellos encontramos los Nanues (salpa gris –kyphosus bigibbus), los Po`opo`o (jurel –pseudocaranx dentex), los Ruhi (pompanos negros – caranx lugubris), los Mahito (pez cirujano – Acanthurus leucopareius) y crustáceos como Ura (langosta), el Rape Rape (grillo de mar- parribacus perlatus), el Heke (pulpo – octopus rapanuiensis) y otros tantos.  La presencia abundante de tiburones dan cuenta de una zona rica en fauna endémica que además sugiere la existencia de un gran número de especies nuevas para la ciencia.

Desde el punto de vista de protección ambiental, la isla ya es un santuario de la naturaleza desde 1976, sin embargo Chile estimó conveniente declarar el ecosistema como Parque o Reserva Marina.  Según Michel García, ello significa un gran beneficio para Isla de Pascua: “Sala y Gómez es un vivero del mismo ecosistema de Rapa Nui y además es un arma legal internacional para controlar a los buques factorías extranjeros que sabemos que están pescando sin control alrededor de la isla Salas y Gómez.  La sobreexplotación de los recursos marinos en Isla de Pascua también es grave, no se respetan las vedas impuestas por el Servicio Nacional de Pesca. Los Rapa Nui se sienten dueños de su isla y no aceptan fiscalización. La veda de la langosta entre noviembre y marzo no es respetada por pescadores ni dueños de hoteles y restaurantes. No olvidemos que Rapa Nui no posee ninguna reserva adicional de flora y fauna submarina con excepción de Sala y Gomez.  Según estudios científicos (Atalante 2004).  Rapa Nui se encuentra en una zona de más baja densidad de plancton de todo el Pacífico y por ende muy pobre en especies y vida marina. Como ejemplo podemos comparar las 65 familias de peces registrados en Pascua con las 300 familias existentes en la Polinesia en general. Sin embargo, a pesar de tener poca variedad de especies, algunas eran muy abundantes en el fondo submarino. Debido a catástrofes naturales como la corriente del  Niño entre 1983-1984, se eliminó por completo el alga Miritonu (Lobophora variegata) y con ello el pez loro – Uhuhanga y varias otras especies. Entre 1940 y 1960 se realizaron numerosas pescas con dinamita en varios sectores de la isla (fuente: Jorge Edmunds Rapahango), lo que significó la extinción de todas las especies cercanas a las explosiones.  La recuperación del ecosistema fue muy lento e incompleto.

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El aumento de la población y de la industria del turismo aumentó la pesca artesanal a todo nivel. La delgada franja costera no fue capaz de solventar los requerimientos en pleno desarrollo y el equilibrio se rompió. Actualmente podemos observar una dramática disminución en general de las especies mencionadas del orden de 100 a uno en 25 años. El hombre es el principal responsable de esta situación. Las generaciones futuras reclamarán su herencia. El pueblo Rapa Nui deberá frenar la explotación indiscriminada de la flora y fauna submarina y establecer algunos Tapu o prohibiciones en los períodos de procreación de las especies.

A mediados de 2011 se realizará una nueva expedición científica con el objeto de elaborar la información biológica necesaria para diseñar un plan general de conservación. Alex Muñoz, director ejecutivo de Oceana señaló que: Nuestro compromiso será continuar colaborando para aumentar las áreas sujetas a protección. Actualmente solo el 2% del océano mundial está protegido y en 2012 esta cifra debería aumentar al 10% de las zonas económicas exclusivas de los países.

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