Recientemente se realizó una expedición a la Isla de Pascua con un grupo de científicos de la National Geographic que exploraron los ecosistemas del islote Salas y Gómez, supuestamente no intervenido aun por el hombre, y de la Isla de Pascua. El Gobierno, através de la Armada de Chile, puso a disposición de la ciencia el buque patrullero Comandante Toro con toda su tripulación, que permaneció dos semanas en las aguas pascuenses para este efecto. National Geographic destinó tres equipos de trabajo, los profesionales de la TV, los científicos costeros y los científicos de profundidad, quienes contaban con una esfera de vidrio con cámara fotográfica, programada para cubrir áreas de 800 metros. Observaciones preliminares del equipo investigador demostraron que el ecosistema de Salas y Gómez cuenta con una gran riqueza marina pero que lamentablemente el hombre ya había comenzado a intervenirla. En la profundidad se visualizaron restos de redes de buques pesqueros de mayor tonelaje y un fondadero fijo, posiblemente del barco pesquero local Kahike, que aun pesca artesanalmente con anzuelo.
En Rapa Nui la fauna marina contaba hace no más de 5 años con cerca de 160 tipos de peces agrupadas en 65 familias que habitaban una gran variedad de relieves y profundidades cuya visibilidad alcanza los sesenta metros. Colonias de tortugas marinas y coloridos peces tropicales se cobijaban entre corales, algas y bancos de arenas en la costa del poblado de Hanga Roa. La escasez de elementos nutritivos causada por la lejanía de masas continentales, los cambios climáticos, las corrientes y vientos contrarias a la llegada de nuevas especies tropicales y finalmente la sobrepesca de los últimos cinco años, han mermado la anterior abundancia de especies marinas de Rapa Nui. “Hoy existe sólo un tercio de lo que había antes” nos afirma el buzo francés Michel García, uno de los promotores de una reserva marina en Isla de Pascua.
Por lo visto, la SOBREPESCA ha llegado a Rapa Nui y está comenzando a afectar la zona marítima de Salas y Gómez. Surge la urgencia de crear una reserva marina frente a la costa de Hanga Roa, como también en Salas y Gómez, proyecto que apoyaría y auspiciaría la National Geographic, después de haber realizado esta investigación exhaustiva y comparativa de ambos ecosistemas en este área del Pacífico.
Actualmente la Armada de Chile cuenta con dos patrulleros de zona marítima que permiten navegar y fiscalizar las 200 millas de zona económica exclusiva continental. Isla de Pascua no cuenta con uno y por ende nuestro brazo de fiscalización no está completo. Este es un tema de gobierno; es tan importante que deberíamos financiar 4 a 6 buques adicionales con la autonomía mínima para cubrir 450 millas marinas. Antes ni siquiera se contaba con patrulleras, sólo se usaban los buques escuadra para la supervisión, siempre dentro de su cronograma habitual, con el apoyo de las aeroexploraciones marítimas realizadas por los P3 Orion. Estos tenían más autonomía; si veían pesqueros hacían zarpar un buque especial. Estos buques tienen un satélite radar que detecta los barcos que solo cruzan la zona marítima porque van más rápido que aquellos que pescan.”
Esperemos que Chile se sume a sus pares polinésicos Nueva Zelanda y Hawaii. Este último creó en 2002 el “Papa Hanau Mokuakea”, la mayor reserva marina del mundo de 360.000 km2 incluyendo 10 islas y atolones. El único camino para detener el derrumbe de los recursos del mar y de la pesca es la recuperación de estos sistemas ecológicos. Para algunos científicos habría que declarar TAPU o Tabú para la pesca comercial el 40 al 50% de los mares.
En la Polinesia ya existen varias reservas marinas. Nueva Zelanda fue pionero con un total de 31 refugios marinos de este tipo que protegen casi el 10% de sus aguas costeras, logrando sanearla de la total sobrepesca que padecía en 1965. Ello no sólo ofrece un chance a la regeneración de la naturaleza, sino también sirve a la recreación y al turismo. Actualmente más de 100 mil personas al año vienen a mirar los peces. Colegiales en trajesde neopren, multitudes de personas con esnórquel, otros que dan paseos en bote con fondo de vidrio para admirar los peces tropicales. Estas reservas marinas se han convertido en verdaderos centros de información. Después de la prohibición de pesca, todo el país pudo observar el renacer del océano.
Muchos pescadores en Pascua han comentado haber visto en la noche barcos pesqueros grandes en las cercanías de la isla. Basta con ver los restos de las redes y boyas que adornan las rocas costeras. La verdad es que no pareciera existir una supervisión y fiscalización de este territorio marítimo. Consultando al recientemente asumido Capitán de Puerto, don Eduardo Ortiz Diaz, nos confirma que “este es un tema preocupante, de primera prioridad para la Armada en Isla de Pascua.