Mokomae es el nombre de un guerrero ancestral de la tribu Ure o Mokomae, que residía en el sector del Poike. Es la tribu de los Araki. Uno de sus descendientes es el Chileno – Rapa Nui Luis (Tito) Hormazábal Araki, hoy un Tohunga ta Moko, un experto en el tatuaje tradiciona Rapa Nui.
Buscando reafirmar su sangre y su cultura materna Tito Hormazábal firma como Mokomae. “Nací en la isla. Soy un mestizo que siente el amor por ambas culturas. De mi madre heredé el orgullo de ser Rapa Nui, su espiritualidad y sus costumbres ancestrales. Aunque no lo hablo fluido, me gusta el idioma y sigo aprendiendo. De mi padre, quién llegó a la isla a trabajar con la empresa que construyó el aeropuerto, aprendí la disciplina y el respeto por mi familia. En mis 34 años jamás lo he escuchado tutear o levantar la voz a mi madre. Somos cinco hermanos y todos muy protectores.” Mokomae recuerda las enseñanzas recibidas de Tricia Allen, antropóloga del tatuaje polinésico, quién visitó la isla en 1992 durante el período de la filmación de la película Rapa Nui de Kevin Kostner. “Ella comenzó a invitarnos a mí y a Andrés “Panda” Pakarati a convenciones de tatuaje en Tahiti y hoy tenemos la técnica y el acceso a equipamientos modernos. Actualmente existe una fuerte motivación de los jóvenes en tatuarse, tanto hombres como mujeres, primordialmente por una motivación estética , pero también para reafirmar la identidad propia Rapa Nui. Algunos llegan por moda o porque están curados y claro, después se arrepienten. Simplemente no los acepto “…nos confiesa Mokomae y comienza a mostrar sus archivos de los más variados tatuajes…” he hecho más de 5.000 tatuajes en los 18 años que hago esto. Hice una fusión del tatuaje polinésico con el Rapa Nui ya que cada isla de la Polinesia tiene su particular forma de dibujar sus símbolos. El tatuaje en el cuerpo es una operación dolorosa pero soportable, lo más importante es la higiene. El cuidado en todo el proceso es tan importante como la hidratación intensiva posterior del tatuaje durante al menos una semana. Nosotros estamos en la mitad del océano. Por aquí pasan miles de personas. Tenemos que cuidarnos. “
Antes de la llegada de los europeos, la lengua polinésica no era escrita, solo oral, reforzada por la pintura y el tatuaje corporal. Los diseños simbólicos del tatuaje servían para expresar la identidad y la personalidad. Indicaban el rango social en la jerarquía, la madurez sexual y la genealogía. El tatuaje era algo sagrado que se practicaba en secreto y en lugares especiales con el ceremonial pertinente. En la antigüedad casi todos los individuos, a partir de la pubertad, eran tatuados. Se comenzaba a los 8 años para luego completarlo paso a paso. Con los años el tatuaje convertía el cuerpo humano en una verdadera obra de arte, en un signo inscrito para siempre, en una palabra encarnada. Poco tiempo después de la llegada de los misioneros esta práctica fue estrictamente prohibida. Fue solo recientemente, al principio de los años 80, que el arte del tatuaje renació. Los Polinesios reanudaron su relación con su herencia cultural y son orgullosos de su identidad. Mokomae observa a su mujer embarazada…” pienso que debo dejar un descendiente tatuador en la isla ya que con el creciente mestizaje se podría perder este arte…”
Un comentario
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