María Angata

María Angata

María Angata

……… y la Rebelión de & the Rebellion of 1914

María Angata Veri Tahi, hija de Hare Kohou (tribu Miru) y de Veri Tahi a Kau (tribu Haumoana). nació en 1854. Durante su infancia, apenas cumplidos los 8 años, presenció el suceso más trágico que haya ocasionado el hombre blanco a Rapa Nui: la cacería de más de 1400 isleños, entre ellos la nobleza dirigente, los sabios y guardianes del Rongo-rongo, escritura ideográfica rapanui. Durante 10 meses, entre septiembre 1862 y junio 1863, las redadas esclavistas provenientes de Callao incursionaban en el Pacífico Sur buscando mano de obra para las islas guaneras y las haciendas azucareras y algodoneras. Uno de los 15 retornados de la esclavitud fue Ure Kino a Maori Pakomio, quién posteriormente se convertiría en su segundo marido. 

Aunque los rapanui conforman una sociedad patriarcal, ésta se caracteriza por contar con mujeres fuertes y decididas. Históricamente ellas han intervenido masivamente en las luchas por los derechos de la etnia. Un ejemplo es María Angata Veri Tahi quién encabezó un levantamiento en contra de los abusos de la Compañía Explotadora Williamson Balfour.

María Angata Veri Tahi, hija de Hare Kohou (tribu Miru) y de Veri Tahi a Kau (tribu Haumoana). nació en 1854. Durante su infancia, apenas cumplidos los 8 años, presenció el suceso más trágico que haya ocasionado el hombre blanco a Rapa Nui: la cacería de más de 1400 isleños, entre ellos la nobleza dirigente, los sabios y guardianes del Rongo-rongo, escritura ideográfica rapanui. Durante 10 meses, entre septiembre 1862 y junio 1863, las redadas esclavistas provenientes de Callao incursionaban en el Pacífico Sur buscando mano de obra para las islas guaneras y las haciendas azucareras y algodoneras. Uno de los 15 retornados de la esclavitud fue Ure Kino a Maori Pakomio, quién posteriormente se convertiría en su segundo marido.

 

 

 

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María Angata Veri Tahi, hija de Hare Kohou (tribu Miru) y de Veri Tahi a Kau (tribu Haumoana). nació en 1854. Durante su infancia, apenas cumplidos los 8 años, presenció el suceso más trágico que haya ocasionado el hombre blanco a Rapa Nui: la cacería de más de 1400 isleños, entre ellos la nobleza dirigente, los sabios y guardianes del Rongo-rongo, escritura ideográfica rapanui. Durante 10 meses, entre septiembre 1862 y junio 1863, las redadas esclavistas provenientes de Callao incursionaban en el Pacífico Sur buscando mano de obra para las islas guaneras y las haciendas azucareras y algodoneras. Uno de los 15 retornados de la esclavitud fue Ure Kino a Maori Pakomio, quién posteriormente se convertiría en su segundo marido.

Este calamitoso suceso y las epidemias de viruela y tuberculosis contraídos por los escasos 15 repatriados, contagiaron a la población, reduciéndola a 111 personas, como atestigua A. Pinard en 1868. Con la devastación poblacional también murieron las antiguas  tradiciones, lo que explica el hecho de que se implantara sin mayor resistencia la fe cristiana por los misioneros de la Congregación de los SS.CC. quienes arribaron en 1864. María Angata habría formado parte de aquel grupo de niños y jóvenes rapanui que habían sido educados por los misioneros en las Pukuranga, casas de acogida para niños huérfanos o niños maltratados por sus padres. Según un informe del P. Roussel (Abril 1868): “La cantidad de niños bautizados aumentaba todos los días porque en sus casas no había respeto humano.”Este calamitoso suceso y las epidemias de viruela y tuberculosis contraídos por los escasos 15 repatriados, contagiaron a la población, reduciéndola a 111 personas, como atestigua A. Pinard en 1868. Con la devastación poblacional también murieron las antiguas  tradiciones, lo que explica el hecho de que se implantara sin mayor resistencia la fe cristiana por los misioneros de la Congregación de los SS.CC. quienes arribaron en 1864. María Angata habría formado parte de aquel grupo de niños y jóvenes rapanui que habían sido educados por los misioneros en las Pukuranga, casas de acogida para niños huérfanos o niños maltratados por sus padres. Según un informe del P. Roussel (Abril 1868): “La cantidad de niños bautizados aumentaba todos los días porque en sus casas no había respeto humano.”

 

Lamentablemente, la insipiente paz en la isla se vio nuevamente perturbada. El aventurero francés , J.O. Dutrou Bornier, 30 años, capitán del velero que había traído a los misioneros desde Tahiti, decide radicarse en la isla con la pretensión de adueñarse del territorio. Adquiere bajo engaños las tierras de los nativos, traslada a los más conflictivos como trabajadores a las plantaciones de su socio John Brander en Tahiti y termina autoerigiéndose rey. Después de excitar las rivalidades entre isleños e imposibilitar la tarea a los misioneros, éstos últimos terminan retirándose a la misión católica de Mangareva en 1871. Muchos isleños los siguieron en busca de una mejor vida, lo que se conoce hoy como el Éxodo Rapanui. Quedaron solo 175 isleños a merced del tirano y mujeriego Bornier, quién termina muerto 7 años después por los mismos rapanui.

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La joven María Angata, de 18 años, formó parte de aquel grupo de nativos que se radicaron en Mangareva. Después de padecer un desafortunado matrimonio con Daniel Manuheuroroa, del cual tuvo dos hijos, Papiano y María Daniela, queda viuda, y a raíz de sus múltiples lesiones en la columna debido al maltrato sufrido, se refugia en la misión católica donde recibiría sus primeras enseñanzas bíblicas. En junio 1874, a recomendación del obispo Tepano Jaussen, se casa con el rapanui retornado de la esclavitud, Ure Kino a Ma’ori Pakomio y regresa en 1878 con su familia a Rapa Nui, él como catequista y ella con la tarea de enseñar cantos y oraciones religiosas a los isleños. Desde la partida de los misioneros en 1871 hasta 1914 fueron solo catequistas rapanui quienes desempeñaron las labores pastorales.

Angata y Pakomio tuvieron varios hijos, siendo Nicolás y su hermana mayor, María Engracia, quienes perpetuarían el apellido Pakomio en la isla. Tras la muerte de su marido, el cargo fue desempeñado por Nicolás Pakarati Ure Potahi, quién retorna desde Tahiti en 1888, casado con Elisabeth Rangitaki de las islas Tuamotu. En el mismo barco regresaba el capitán Policarpo Toro con la intención de firmar el Acuerdo de Voluntades para la anexión al territorio chileno con los 12 jefes de clanes rapanui. En nombre del Gobierno de Chile, éste había adquirido los derechos de propiedad de la Iglesia, pero no pudo obtener los derechos de la sucesión Brander-Bornier que estaban en litigio entre los herederos. La población rapanui contaba solo con 185 habitantes.

M. Angata, ya con 35 años, seguiría colaborando con la iglesia y también con el consejo que asesoraba al rey Atamu Tekena.   Su personalidad fuerte y magnética, cargada de una religiosidad particular y de un misticismo milenarista, más sus frecuentes sueños premonitorios que llegaban a cumplirse,  la convertirían en una profetisa respetada. Tres años después de la anexión, en Chile estalla la Revolución de 1891. A raíz del inminente caos político y económico, el nuevo gobierno estaba imposibilitado de cumplir el acuerdo firmado y acepta la oferta de concesionarla a una compañía ganadera del chileno-francés Enrique Merlet, radicado en Valparaíso y posteriormente a la compañía inglesa Williamson & Balfour. Merlet, junto con adquirir en Tahiti  los derechos de propiedad de John Brander una vez resuelto el litigio de la sucesión, intenta, al igual que Bornier, abusar de los nativos y hacerse dueño de sus tierras. Sus administradores Sanchez Manterola (1895-1901), Horace Cooper (1901-1904 y finalmente Percy Edmunds, restringen a los isleños las libertades de circulación y establecen un esquema de trabajo forzado. Con ello comienza otra etapa de padecimientos para los rapanui, a la cual se le suma el hambre. La goleta chilena “Baquedano” no había realizado su habitual gira anual a la isla por un período de dos años, produciendo graves problemas de abastecimiento. El administrador Percy Edmunds, por orden de Merlet, no les vendía comestibles a los isleños ni les permitía ir a pescar fuera del pueblo Hanga Roa. En julio 1914, el descontento y la ira de la pequeña comunidad rapanui estalla en un levantamiento social. 

De acuerdo a la antropóloga Routledge, cuya expedición visitaba la isla (1914 y 1915): “María Angata, una anciana frágil con cabello cano y ojos expresivos, logra – gracias a un sueño en que Dios le comunicaba que el ganado le pertenecía al pueblo – alentar a los rapanui a levantarse contra la compañía.” El mensaje de Dios era categórico: se debía hacer un Tutia, un sacrificio de vacunos y ovejas para la salvación y bienestar del pueblo rapanui. Angata le envía dos solicitudes formales a Edmunds para obtener animales para el ritual. Éste las rechaza sin prestar mayor importancia a los argumentos apocalípticos de la religiosa. El pueblo se mantuvo distanciado al principio. Pero era invierno y empezó a soplar un fuerte viento norte llamado Pakakina, que era considerado como “mensajero de desgracias”. El viento provocó una intensa lluvia que duro varios días, generando temor e incertidumbre en la comunidad. Angata aprovechó la ocasión para advertir que aquella tormenta era precursora de un gran huracán que Dios tenía preparado en caso de una desobediencia del pueblo. Los nativos, confiados en los mensajes de Angata, se animaron a cooperar en el robo de animales para realizar los cuatro sacrificios rituales solicitados por ella.  

Tres días después de estos hechos llega la goleta “Baquedano” con el mismísimo Merlet. El capitán Escobar, en nombre del Comandante Hernandez, realiza un sumario por robo de animales. Ante las acusaciones de los isleños, les toma declaraciones públicas a Merlet y Edmunds y les ordena abrir la pulpería para la venta. Finalmente el Ministerio cancela el nombramiento de Percy Edmunds como Subdelegado y designa como tal a Ignacio Vives Solar, quién actuará también como oficial del Registro Civil. La “Baquedano” regresa al continente con Merlet y Daniel Teave, quién muere antes de arribar a Valparaíso. Según el P. Bienvenido de Estella en “Los Misterios de la Isla de Pascua”, todo volvió a la tranquilidad y hubo mejor trato por parte de la compañía y el subdelegado. María Angata muere 6 meses después y sus funerales se realizaron en el antiguo cementerio entre la villa y la bahía de Hanga Roa, donde está la cruz al lado del correo.  

La contribución más importante de María Angata Veri Tahi ha sido la propagación del catolicismo entre los habitantes de Rapa Nui durante 1879 – 1888, supliendo la ausencia de sacerdotes estables en Isla de Pascua. Además, su actuar fue noticia en la prensa chilena (Mercurio de Valparaíso, septiembre 1914), la cual produjo una toma de conciencia en las autoridades de Gobierno de la época de la deplorable situación en que vivían los isleños. La errática respuesta del estado fue caducar el contrato de arriendo a la hacienda ovejera, luego renovarlo por otros 20 años  y  finalmente entregar la jurisdicción isleña a la Armada de Chile, quién la administró como un regimiento. Los rapanui debieron esperar muchos años más, para que el estado chileno, después de otra revuelta en 1964, integre finalmente la Isla a la estructura política democrática del país, otorgando a sus habitantes la nacionalidad y los derechos constitucionales, y cumpliera con el desarrollo comprometido en el Acuerdo de Voluntades de 1888.

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