By Claudia Berardi
photos by: Miguel Carrasco, Tahira Edmunds, Darko Cotoras, Sebastián Pakarati & Merahi Edmunds
Rapa Nui es conocida por su patrimonio cultural y arqueológico, pero más allá de los icónicos moai, la isla alberga ecosistemas frágiles y únicos que requieren urgente atención. Entre ellos, los humedales juegan un papel fundamental en la biodiversidad y el equilibrio ambiental de la isla. Un proyecto liderado por Tahira Edmunds busca entender mejor estos ecosistemas y proponer un plan de gestión que asegure su conservación para futuras generaciones.
Objetivos del Estudio de los Humedales
El proyecto, llamado Estudio Territorial Bio/Socio Ambiental de los Humedales de Rapa Nui, tiene como propósito fundamental realizar un diagnóstico completo de los humedales de la isla. Este diagnóstico contempla no solo los aspectos ecológicos, como la flora, fauna y la calidad del agua, sino también el impacto humano en estos ecosistemas. El objetivo final es crear un plan de manejo que permita la protección efectiva de estos espacios.
Este estudio ha sido desarrollado en colaboración con CONADI y CONAF, con el financiamiento de la primera y la ejecución a cargo de la segunda. A pesar de haber comenzado en 2019, la pandemia detuvo temporalmente los trabajos, limitando el avance. Sin embargo, durante ese tiempo se realizaron algunas salidas a terreno y actividades educativas, especialmente con estudiantes locales, fomentando la integración de la ciencia en la vida cotidiana de la comunidad.
Un Ecosistema Amenazado
Uno de los aspectos más alarmantes que el estudio ha revelado es el estado crítico de algunos humedales. Por ejemplo, en Rano Aroi, la extracción desmedida de agua ha disminuido significativamente el flujo, poniendo en peligro las especies endémicas que dependen de este hábitat. Asimismo, el incendio que afectó la isla en octubre de 2022 destruyó gran parte de la vegetación del humedal de Rano Raraku, incluida la valiosa turba que había sobrevivido.
La presencia de plantas invasoras también es una gran amenaza para la flora nativa. Especies como el Mauku piro, un pasto altamente combustible, están invadiendo el espacio de las plantas endémicas, mientras que las raíces de árboles introducidos por el ser humano están afectando el suelo y provocando derrumbes en hábitats sensibles.
La Importancia de los «Bichitos»
Uno de los componentes más interesantes del estudio es el análisis de los invertebrados que habitan los humedales. Tahira Edmunds y su equipo compuesto por el doctor Darko Cotoras, y como asistentes Sebastián Pakarati y Merahi Edmunds, realizaron colectas diurnas y nocturnas para capturar diversas especies, tanto nativas como invasoras. Estos pequeños organismos son cruciales para el funcionamiento de los ecosistemas. Insectos como los escarabajos y las polillas, al igual que los gusanos, cumplen funciones vitales como la polinización y la descomposición de materia orgánica, procesos sin los cuales la vida en la isla sería insostenible.
Sin embargo, también se han encontrado especies invasoras, como el caracol Oxychilus sp., que ha colonizado gran parte de la isla, incluyendo el área protegida de Rano Raraku.
Un Plan para el Futuro
El estudio busca establecer una línea base que permita entender el estado actual de los humedales y a partir de ahí, diseñar un plan de conservación. El enfoque no es solo ecológico, sino también socioambiental, ya que se toma en cuenta el uso que la comunidad ha hecho de estos ecosistemas a lo largo del tiempo.
Además, el proyecto tiene un componente educativo importante, ya que las salidas a terreno con estudiantes han demostrado ser una herramienta eficaz para enseñar sobre la conservación y el impacto que tiene el ser humano en la naturaleza.
Este estudio es vital para la preservación de los humedales de Rapa Nui, ecosistemas que, aunque pequeños, son fundamentales para el equilibrio ambiental de la isla. La investigación no solo ayuda a proteger especies endémicas y frenar el avance de plantas invasoras, sino que también nos recuerda la interconexión entre los organismos que habitan estos espacios.
El conocimiento generado permitirá a la comunidad local y a las autoridades tomar decisiones informadas y diseñar estrategias efectivas de conservación que garanticen que estos ecosistemas sigan existiendo en el futuro. En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, proteger los humedales de Rapa Nui es más que una necesidad local: es una responsabilidad global.