Hanga Piko significa “bahía escondida” debido a que está rodeada de pequeños cerros que la mantienen oculta a la vista, a diferencia de la mayoría de las caletas o bahías de la isla situadas mayoritariamente en planicies. Debido a su buen acceso al mar y sus condiciones como fondeadero, este lugar estuvo habitado por los antiguos habitantes de la isla como así lo demuestran los restos arqueológicos que aún se conservan.
Esta bahía se asocia a un complejo depósito arqueológico que muestra la evidencia de sucesivas reconstrucciones y el reciclaje de elementos como sepulturas, artefactos y estatuas de un altar más antiguo. Fue alterado como otros monumentos de su tipo por siglos de actividad humana y fenómenos naturales. En 1946 se produjo un importante tsunami en las islas Aleutianas frente a Alasca que afectó gran parte de las costas oeste y norte de la isla, incluso la localidad de Anakena. En el borde superior de la ladera frente al Ahu Riata se encuentras dispersos dos moai y algunos hare paenga traídos de otros lugares como indican algunos letreros dispuestos (Ejemplo: Ahu Hotake).
Al centro de la bahía se erige el Ahu Riata, un ahu semipiramidal llamado antiguamente Ahu Tataku Vave. En 1999 fue instalada la única estatua erguida de 5 metros y 30 toneladas de peso sobre la plataforma de 40 metros de largo con tres metros de altura. Los trabajos de salvataje de este megalítico moai que se encontraba en riesgo de deslizarse en la desquebrajada ladera, estuvieron a cargo del Municipio de Isla de Pascua y del experto en conservación Rafael Rapu Haoa.
Más al noreste de la ladera se ubicaba el antiguo Ahu Ataranga y sobre la estrecha península que sirve de rompeolas al fondeadero de botes, se encuentra los restos arqueológicos del Ahu Roto Huero Kava. En una cueva en el extremo sur, de nombre Ana Kororupa, se pudo recuperar gran parte del material óseo humano dispuesto en distintas avanga o cámaras funerarias de los antiguos habitantes del lugar. En la actualidad, la entrada a esta cueva está cubierta por maleza y es muy difícil encontrarla.
En el sector de Puku Rangi Atua de Hanga Piko, detrás de la ladera del Ahu Riata, se encuentra una masa de rocas basálticas asociadas a una pequeña caverna (karava) cuyas caras externas están grabadas con petroglifos únicos en la isla. Desgraciadamente este sitio ha sufrido mucho vandalismo en años recientes. De particular interés son los paneles con figuras de canoas y otros que parecen troncos de árboles y ramas de palmeras, aunque las descripciones de flora en el arte pétreo son poco comunes. Es difícil especular la antigüedad de estos petroglifos, casi todos los motivos son incisiones con muchos graffiti de reciente data.
El muelle fue construido por la compañía Williamson Balfour para los embarques anuales de lana. Posteriormente, bajo la administración de la Armada, se hicieron trabajos de ampliación y desde 1988 a 1991 se realizaron las obras de acondicionamiento. El actual muelle permite realizar maniobras de desembarque de las mercancías que llegan a la isla por barco y se descargan en barcazas. A veces, si el estado del mar no es el adecuado, han de esperar varios días para descargar con el consiguiente desabastecimiento de algunos productos en la isla.
El puerto de Hanga Piko da cobija a diferentes actividades marinas. Por un lado tiene su sede la Asociación de Pescadores Artesanales que, con sus más de 40 embarcaciones, trata de mantener la pesca tradicional de especies como la albacora, el kana-kana, el atún, la barracuda o la sierra, así como también la extracción del caracol Pure, con el cual se realizan artesanías típicas de la isla. También ofrecen sus servicios dos de los cinco centros de buceo existentes en la isla. Otras actividades deportivas y turísticas que han ganado terreno en este lugar es el Va’a, la navegación en canoa polinésica, el deporte preferido de los rapanui. Desde Hanga Piko, grupos de jóvenes acarrean las canoas hasta la orilla del mar para realizar entrenamientos cerca de la costa. Recomendamos una visita al Ahu Riata iluminado de noche, mientras aparecen tortugas en la orilla del mar en busca de comida y luego disfrutar de los mejores platos con productos del mar en el restaurante Tataku Vave ubicado a continuación del muelle.