La actual gobernadora de Isla de Pascua es nieta de Rafael Cardinali, un italiano que llegó a la isla durante la primera Guerra Mundial en busca de oportunidades, fundando el linaje de los Cardinali, apellido que hoy es considerado pascuense. Carmen Cardinali, profesora normalista y empresaria turística, ha luchado desde 1966 para conservar y difundir el idioma rapanui, fundando posteriormente la Academia de la Lengua Rapa Nui que continúa realizando su labor hasta la fecha. Hoy nos cuenta cómo ha sido su primer año de gobierno.

“Fue un año duro. Asumí en momentos de muchas complicaciones emblemáticas. Como gobernadora, representante del Gobierno de Chile, tuve que pedir a la comunidad que me creyeran, porque por primera vez había una voluntad abierta de un presidente de resolver problemas pendientes de tierras, cosa que en los gobiernos anteriores nunca hubo. Hoy agradezco la confianza y paciencia que el pueblo ha tenido en mi gestión No olvidemos que ésta es una comunidad muy exigente, en el sentido de que cuando piden algo hoy, ojalá mañana esté entregado.

Yo soy rapanui y mi preocupación es trabajar para la comunidad rapanui, aunque siempre en el marco legal y de respeto a las normas establecidas en la Constitución chilena.  No puedo desconocer que existe el tratado de anexión, llamado “Acuerdo de Voluntades” firmado entre el rey Atamu Tekena y Policarpo Toro. Las cosas que suceden en la historia de un país deben analizarse desde el punto de vista de su época. Atamu Tekena acordó la anexión con Chile porque había visto claramente una necesidad de protección para la isla y su gente después de lo vivido con los barcos esclavistas. La isla no pertenecía a nadie, claro, era independiente, pero no tenía la población, ni los recursos militares y económicos suficientes para desarrollarse y protegerse de invasiones foráneas. Bueno, hoy tampoco los tiene,  y por ende es irracional hablar de independencia como lo hacen algunos. Yo soy rapanui y mi preocupación es trabajar para la comunidad rapanui, aunque siempre en el marco legal y de respeto a las normas establecidas en la Constitución chilena.  No puedo desconocer que existe el tratado de anexión, llamado “Acuerdo de Voluntades” firmado entre el rey Atamu Tekena y Policarpo Toro. Las cosas que suceden en la historia de un país deben analizarse desde el punto de vista de su época. Atamu Tekena acordó la anexión con Chile porque había visto claramente una necesidad de protección para la isla y su gente después de lo vivido con los barcos esclavistas. La isla no pertenecía a nadie, claro, era independiente, pero no tenía la población, ni los recursos militares y económicos suficientes para desarrollarse y protegerse de invasiones foráneas. Bueno, hoy tampoco los tiene,  y por ende es irracional hablar de independencia como lo hacen algunos. 

Sin duda que nuestra historia bajo la bandera chilena ha estado colmada de situaciones de abusos e incumplimientos del  compromiso adquirido en 1888.  Todos lo recordamos, nadie lo puede negar. Así, en 1964, el profesor normalista Alfonso Rapu, mi esposo,  junto a otros rapanui, se rebelaron y exigieron al presidente Eduardo Frei Montalva la democratización y el respeto a  los derechos ciudadanos de los rapanui, cambiando la entonces administración militar por un gobierno civil.

En 1966 se logra abrir las puertas a la educación y al desarrollo de nuestra isla. En la actualidad podemos estar orgullosos de contar con más de un centenar de profesionales, empresarios del turismo, de la agricultura, de la pesca, del arte y artesanía rapanui; y en los servicios públicos laboran hoy más de 400 funcionarios de la etnia rapanui. En estos 45 años hemos crecido como pueblo. Hoy, al igual que Atamu Tekena en su época y Alfonso Rapu en la suya, hoy tenemos otra gran necesidad: los Rapanui queremos mayores espacios de autonomía con el derecho de participar en la toma de decisiones que afectan a la isla. Necesitamos controlar la migración foránea y resolver los temas pendientes de la propiedad de tierras. Esa es la voluntad de la comunidad expresada en las tomas realizadas el año pasado.

El actual Gobierno de Chile por primera vez en la historia nos está escuchando. Como respuesta  creó las Mesas de Trabajo con el objeto de buscar solución a las necesidades de la comunidad.  En cada mesa trabaja un consejal y un comisionado de CODEIPA (organismo cuyas atribuciones son el estudio y el análisis de los proyectos de desarrollo y orientar mediante información ancestral la entrega de tierras), ambos representantes elegidos por el pueblo, y un representante del gobierno. También se han invitado a  participar a las diferentes agrupaciones de la comunidad: Cámara Turismo, agrupación ganadero agrícola, grupo Parlamento, grupo Makenu, pescadores, artesanos y folcloristas. Nadie puede decir que no ha tenido la oportunidad de dar su opinión.El actual Gobierno de Chile por primera vez en la historia nos está escuchando. Como respuesta  creó las Mesas de Trabajo con el objeto de buscar solución a las necesidades de la comunidad.  En cada mesa trabaja un consejal y un comisionado de CODEIPA (organismo cuyas atribuciones son el estudio y el análisis de los proyectos de desarrollo y orientar mediante información ancestral la entrega de tierras), ambos representantes elegidos por el pueblo, y un representante del gobierno. También se han invitado a  participar a las diferentes agrupaciones de la comunidad: Cámara Turismo, agrupación ganadero agrícola, grupo Parlamento, grupo Makenu, pescadores, artesanos y folcloristas. Nadie puede decir que no ha tenido la oportunidad de dar su opinión.

Lamentablemente, la falta de información, comprensión, seriedad y  constancia en algunos  acuerdos y opiniones vertidas, han dificultado la comunicación y por ende atrasado la concreción de soluciones. Asimismo lo ha hecho la falta de respeto y la creencia de algunos  de que “Rapa Nui  es mi isla, yo hago lo que quiero, no necesito de las leyes chilenas”.  Sin educación, sin respeto y sin un orden legal no hay desarrollo, solo caos y guerras, como lo han demostrado nuestros ancestros en una determinada época histórica.

En este año hemos tenido importantes logros que he explicitado en mi Cuenta Pública del mes pasado. Aún queda mucho por hacer. Llevo la camiseta puesta para cumplir con el compromiso adquirido por este Gobierno, en cuanto a la entrega de tierras, a la implementación de un control migratorio que está ad portas y a la formalización de un gobierno insular con mayor autonomía para el pueblo Rapanui,  antes del 2014.  Iorana Korua.”

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