Por Hetereki Huke – Tiare Aguilera

La Aldea de Ahu Tepeu es una de las principales aldeas prehistóricas de Rapa Nui que aún se conserva y destaca por su extensión territorial y el gran número de rasgos arqueológicos presentes en el sitio como estructuras ceremoniales, habitacionales y agrícolas. Estas aldeas costeras correspondían a asentamientos de elite, con estructuras que poseían un alto valor simbólico. La tradición oral relaciona esta aldea con el Rey Tu’u Ko Ihu, constructor y escultor, al que se le atribuye la creación de los Moai Kava Kava, Hiti Rau y Nuku Te Mangō. Tuu Ko Iho habría sido el esposo de la reina Avareipua, hermana del mítico rey Hotu a Matu’a, que habría arribado con su pueblo al Ombligo del Mundo.

El Ahu Tepeu se ubica en la costa noroeste de Rapa Nui, dominando el sector de Roiho o Lavas de Hiva Hiva, Maunga Terevaka y Ahu Akivi. Su aldea responde a una tipología de aldea costera, cuyo punto principal es el conjunto ceremonial compuesto por uno o varios Ahu (plataformas funerarias y ceremoniales que en algunos casos presentan Moai). Frente al conjunto ceremonial se encuentra una explanada y luego, sobre la pendiente, las estructuras domésticas, tales como casas, fogones y estructuras productivas, dispuestas generalmente de forma semicircular alrededor del conjunto de Ahu.

Las principales aldeas prehistóricas correspondían a centros políticos que dominaban un territorio extenso, dentro del cual se encontraban otros asentamientos menores. Se ubicaban en un área privilegiada con un dominio visual del territorio, tierras aptas para el cultivo, material pétreo, agua dulce y recursos marinos, fundamentales para la subsistencia. Estas aldeas solían situarse en bahías protegidas que facilitaban el movimiento de embarcaciones y contaban con agua dulce proveniente de napas subterráneas que se descargan en ciertos puntos costeros. A diferencia de la mayoría de las aldeas de este tipo, Ahu Tepeu se encuentra emplazada sobre un gran acantilado de gran valor escénico y su cercanía a la zona rocosa de Roiho permitió que la aldea pudiese contar también con los recursos hídricos proveniente de las cuevas existentes en ese sector.

En este centro ceremonial se encuentran cinco Ahu, tres de los cuales presentan fragmentos de Moai que en algún momento estuvieron eregidos sobre la plataforma. Se pudo constatar en terreno la desaparición de un torso completo de Moai, registrado en 1956 por el equipo liderado por el arqueólogo Carlyle Smith durante la expedición arqueológica de Thor Heyerdhal.  Al igual que otros elementos arqueológicos, las estatuas se ven sometidas a impactos producidos tanto por animales como por humanos lo que demuestra que los sitios arqueológicos han sido y siguen siendo modificados por la acción del hombre, borrándose evidencias que podrían ser únicas. Así como en otros conjuntos ceremoniales, también aquí es posible apreciar distintas etapas constructivas en que se desarmaban estructuras para ampliarlas o construir nuevas, reutilizando el material existente. Los centros ceremoniales, además, muestran un gradual abandono de las aldeas, con casas desarmadas, cuyos bloques sirvieron para la construcción de plataformas y estructuras agrícolas, seguramente producto de una disminución de la población.

El Ahu Tepeu muestra ejemplos excepcionales de arquitectura doméstica prehistórica, entre los cuales se encuentra el Hare Paenga de mayor tamaño en la isla, que supera los 40 metros de longitud.  El Hare Paenga es un tipo de casa de planta elíptica, cuya base está compuesta de bloques de basalto labrados (paenga), que se caracterizan por tener perforaciones en su parte superior. La cubierta consistía en un armazón de madera, con varas colocadas sobre los bloques y unidas en la mitad, sobre la cual se instalaba una cubierta vegetal. Su forma característica de bote invertido y sus proporciones hacen que estas estructuras sean consideradas piezas únicas en Polinesia. El frente de la casa incluía un Taupea, una terraza con un pavimento de Maea poro (bolones marinos). Generalmente las casas se agrupaban en pequeños conjuntos o estaban asociadas a otras estructuras como los Hare moa (gallineros) o Manavai (recintos circulares tipo jardineras para el cultivo) y los Umu pae (fogones).

Si bien la aldea y sus estructuras responden a los modelos arquitectónicos tradicionales, cada estructura presenta variaciones singulares, ya sea en la incorporación de nuevos elementos, tipo de labrado o en la manufactura del arte rupestre. Estos petroglifos son grabados sobre bloques aislados, sueltos o afloramientos rocosos (Papa o Puku) con motivos geométricos, antropomorfos, zoomorfos y objetos de cultura material como Mangai (anzuelo), Mata (flecha de obsidiana), Make Make (ojos con máscara) y otros. Es en ese tipo de detalles donde se encuentra una de las principales riquezas de Ahu Tepeu.

Actualmente, el sitio se encuentra fuera de las rutas vehiculares y para acceder al sector es necesario recorrerlo en bicicleta, a caballo o caminando, idealmente acompañados de un guía turístico local.