Por Ana-María Rojas Zepeda & Paola Moreno Meneses

Los seres humanos se pueden distinguir entre sí por la forma de aprovechar los materiales vegetales y orgánicos que la naturaleza les brinda. A pesar de contar con muy escasos recursos, los habitantes de Isla de Pascua supieron desde tiempos tempranos dar forma a objetos textiles de uso cotidiano y simbólico-religioso, escasamente estudiado hasta hoy.

Actualmente algunas piezas que conforman este patrimonio, son parte de las colecciones del Museo Fonck de Viña del Mar y del Museo de Historia Natural de Santiago. Todas ellas fueron realizadas, según información arqueológica y etnográfica, utilizando como únicas herramientas agujas de espina de pescado, navetas de madera o  hueso y materiales vegetales como juncos, pajas, hojas, corteza de árbol y orgánicos como cabello humano y plumas, los que en su mayoría se trabajaron en sus colores naturales. Fragmentos de agujas se encuentran actualmente en el Museo Arqueológico de Isla de Pascua.

De la documentación de las colecciones ya mencionadas hemos escogido tres objetos que nos parecen representativos de esta cultura. En ellos queda de manifiesto la maestría con que los antiguos artesanos rapanui usaron estas técnicas y cómo a partir de una precariedad de recursos lograron objetos de excepcional belleza y creatividad.

La primera de estas piezas corresponde a una capa catalogada como Nua o Nua Mahute. Está construída con un fieltro vegetal producido con la corteza interior del árbol llamado Mahute ( Morera de Papel). Mide aproximadamente 1,04cm x 1,07cm y su proceso de elaboración consistió en síntesis, en raspar, remojar y golpear el material para obtener retazos parejos de fieltro, que se trabajaron sobreponiéndolos en sentido vertical y horizontal de la fibra. Al unir estos fragmentos se alcanza el tamaño deseado. Esta capa en particular presenta una superficie completamente intervenida con hilvanes delgados de otra fibra vegetal, que van cosidos en forma paralela a través de toda su  superficie.

Entre varios objetos sobresale también un Diadema, correspondiente talvez a lo que Metraux denomina Hau Hiehie, construida en base a una técnica textil denominada “ embarrilado”, en que se unen seis vueltas de fibra vegetal en un elemento continuo y en espiral. El material que embarrila es un fino y resistente cordoncillo hilado también con fibra vegetal. La decoración de la diadema la constituyen manojos de tres a cinco plumas de gallo semirígidas. Estos manojos  de plumas también son construídos por medio del embarrilado y el material usado para afirmar y envolver es una fibra plana, al parecer de Mahute.

De la colección del Museo Fonck elegimos un objeto llamado Kete. Se trata de bolsos o contenedores de los más variados tamaños realizados con fibras vegetales planas, en colores naturales, con una técnica textil denominada “ entrelazado oblicuo” (plaiting), que permite su realización en una sola pieza, sin costuras. Esta técnica genera una estructura liviana y flexible, que permite la transformación de este objeto plano a uno volumétrico.

Todos los artefactos estudiados muestran una unidad orgánica entre territorio, raza, tradición y cultura y nos entregan clara información sobre la habilidad de obtener y transformar los recursos de su medio ambiente y la sorprendente creatividad de los habitantes de Isla de Pascua.

Kiko Morris

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