El Renacer de la Medicina Ancestral

El Renacer de la Medicina Ancestral

El Renacer de la Medicina Ancestral

La comunidad rapanui contemporánea protagoniza un proceso de reivindicación política manifestada en diferentes fenómenos de la vida social. Uno de ellos es el renacer de la  medicina ancestral.

 En la isla funciona un antiguo hospital de campaña construido en los años setenta por los norteamericanos para ser enviado a Vietnam. El General Pinochet  lo adquirió para servir a los isleños. Con la creciente inmigración, el modesto personal especializado y el equipamiento técnico no han sido capaces de asegurar las elementales necesidades de los casi 5000 habitantes, ni de las decenas de miles de turistas que cada año visitan la isla.

 A fines del 2011 se espera inaugurar un edificio moderno y apto para los requerimientos de la salud de la población. Una de las innovaciones será la implementación oficial del Programa Especial de Salud de los Pueblos Indígenas, consistente en ofrecer un servicio basado en la medicina tradicional occidental complementado con la medicina ancestral rapanui. Su objetivo es imprimir al Hospital Hanga Roa un sentido intercultural, generando programas de recuperación de las prácticas ancestrales basado en plantas y terapias medicinales y  de programas de protección del medio ambiente.

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Este proyecto de integración  nació en el 2007 creándose la Mesa de Pueblo Originario o Mesa Pueblo Papa Ra’au del Hospital Hanga Roa (Resolución Nº 7296/2007 del Servicio de Salud Metropolitano Oriente). Sus integrantes son el Director del Hospital, Iván Sepúlveda Cid, la Asistente Social y Coordinadora General del Programa,Yolanda Nahoe y las especialistas rapanui Carmen Nahoe, Lory Paoa, Felicita Tepano, Pedro Hito, Berta Hey, Ruth Ika, Adriana Atamu, Pamela Hucke, Elsa Paté, Cristina Walter y Graciela Huke, la alma mater de todas. Graciela Huke es la Taote más antigua de la isla y hasta el dia de hoy  continúa preparando las plantas medicinales. A lo largo de estos cuatro años de trabajo, estas especialistas, herederas de los conocimientos de la medicina ancestral,  han tratado pacientes con diversas dolencias o enfermedades: resfríos, alergias, malestares estomacales, dolores de huesos, heridas, problemas de estrés, ayuda en post-parto, entre las más frecuentes, y para cada cual, poseen un tratamiento o terapia específica.

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Elsa Paté nos cuenta que una de sus funciones es apoyar los partos en la maternidad del hospital y aplicar la técnica de piedras calientes: Una vez nacido el bebe, les realizo una visita a las mamás; primero enciendo una fogata,  pongo las piedras, después las envuelvo en hojas de higuerilla y las coloco alrededor del vientre de la paciente. Las piedras cumplen la función de absorber todo el aire en el interior de  la mujer y antes de los  tres meses el cuerpo vuelve a  su estructura anterior .  Elisa Hermosilla, diagnosticada por un psiquiatra, padece depresión congénita, hoy nos cuenta que: “ arrastro esta enfermedad hace muchos años y nunca he sido constante en los tratamientos, el año pasado cuando vine a ver al médico me preguntaron si quería probar la terapia de Armonización con Carmen Nahoe, acepté y encontré que hubo un cambio positivo. Antes dormía muy mal y cuando me aplicaba esta terapia lograba dormir relajada. “

Además de la terapia de piedras calientes y la  fitoterapia o terapia a base de plantas medicinales, también se implementan tratamientos basadas en  masajes de cuerpo completo llamados Tauromi, en armonización  y terapias de barro. Desde pequeños nos nutrimos con todo este saber, recuerdo que desde muy niña mi abuela me enseñaba los nombres y me indicaba los beneficios y propiedades de cada planta y afirmaba que cuando grande sería una Taote señala  Pamela Hucke.  Por otro lado, Elsa Paté nos cuenta… mi bisabuelo materno era partero y mi bisabuela paterna fue una de las primeras mujeres que trabajó el Matua Puaa. El Matua Pua´a es hoy un elemento central y considerado sagrado en la farmacopea botánica isleña y se encuentra fundamentalmente en el interior del volcán Rano Kau, considerado étnicamente como el lugar más cargado de Mana o fuerza espiritual. La búsqueda de la planta dentro del volcán está mediada por una serie de restricciones y precauciones. El comportamiento ritual de la persona es ir sola, al amanecer, de ayuno previo, tanto de comida como sexual, no hablar con nadie que se encuentre en el camino y no pensar en nada más que en el objetivo preciso con la prohibición de comer los frutos que el Rano Kau ofrece a sus visitantes. Es un camino del sacrificio  que el isleño no debe romper por un depreciable deseo personal. Así Las cosas, no quedan dudas sobre la importancia cultural del remedio. 

 Aquellos visitantes interesados en la medicina natural, pueden solicitar una hora en la sección de orientación médica y estadística (SOME) en el hospital de Hanga Roa, se les realizará un diagnóstico, luego se aplicará un tratamiento y posteriormente se les hace una evaluación, todo sin costo alguno.

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