El Ahu Te Pito Kura es el último centro arqueológico de importancia en el litoral antes de llegar a Ovahe. Es una plataforma de casi 100 metros de largo, formada por grandes bloques de roca basáltica, labradas y ajustadas con maestría, para sostener a un único Moai, llamado Moai o Paro, de 9,45 metros de altura, el más grande que estuvo eregido alguna vez sobre un Ahu, sin contar su Pukao. Alrededor de 1840 este coloso fue derribado debido a conflictos tribales. En los alrededores se vislumbran ruinas de los antiguos asentamientos humanos de esta región.
Al costado poniente del Ahu Te Pito Kura se encuentra una enigmática esfera de piedra conocida como Te Pito te Henua , el ombligo del mundo. Según cuenta la leyenda, Te Pito te Henua fue traído por el legendario rey Hotu Matua desde su tierra natal Hiva y hoy se asegura que esta esfera, levemente achatada en los polos y con una altura de unos 48 centímetros, proyecta desde su interior la poderosa fuerza del Mana, que de hecho produce alteraciones del campo magnético.
