
La Escuela de Música y las Artes “Toki”, fundada por la pianista rapanui Mahani Teave, se ha destacado como la primera Escuela de Música autosustentable de América Latina. Hoy tiene abiertas las puertas a niños y jóvenes, a quienes enseña gratuitamente a tocar instrumentos como el violín, piano, cello y ukelele, con el objetivo de brindarles una educación integral para su desarrollo artístico, social y cultural.
Con más de 3 años de trabajo, se levantó esta obra en forma de flor con 8 pétalos construida con un sistema autosustentable que combinó materiales de construcción básicos y materiales de desecho como latas de aluminio, botellas de vidrio y neumáticos. Asimismo su arquitectura contempló unos estanques para la recolección de aguas lluvia. Desde sus inicios se ha contemplado agregar un área agrícola dedicada a la conservación de plantas endémicas, a la plantación de verduras, hortalizas y árboles frutales, con fines de conservación, pedagógicos y también económicos.

La Escuela de Música y las Artes “Toki”, fundada por la pianista rapanui Mahani Teave, se ha destacado como la primera Escuela de Música autosustentable de América Latina. Hoy tiene abiertas las puertas a niños y jóvenes, a quienes enseña gratuitamente a tocar instrumentos como el violín, piano, cello y ukelele, con el objetivo de brindarles una educación integral para su desarrollo artístico, social y cultural.
Con más de 3 años de trabajo, se levantó esta obra en forma de flor con 8 pétalos construida con un sistema autosustentable que combinó materiales de construcción básicos y materiales de desecho como latas de aluminio, botellas de vidrio y neumáticos. Asimismo su arquitectura contempló unos estanques para la recolección de aguas lluvia. Desde sus inicios se ha contemplado agregar un área agrícola dedicada a la conservación de plantas endémicas, a la plantación de verduras, hortalizas y árboles frutales, con fines de conservación, pedagógicos y también económicos.

La reciente adjudicación del proyecto “Granja Ancestral Toki / Tangata keu-keu henua” (hombre que trabaja la tierra) de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), les ha permitido desarrollar el proyecto agrícola mediante asesorías técnicas y equipamiento e implementación con nuevos materiales. Este idea nació con el propósito de fortalecer el desarrollo de los niños, valorando la agricultura como actividad primaria y a la vez recuperar las técnicas ancestrales de cultivo.
Durante el desarrollo de este proyecto, el sistema de riego se conectó a los estanques de acumulación de aguas lluvias del edificio de la Escuela, lo que permitió rescatar siembras locales como los diferentes tipos de plátanos y tubérculos (camote, taro, mañoca). Este proceso complementa lo ancestral con lo moderno, haciendo uso del caballo y el tractor para arar la tierra, incorporando la lombricultura y el compostaje, nutriendo las plantas de manera orgánica y controlando las plagas desde la agroecología.

Los niños y jóvenes rapanui, han sido parte activa de este proyecto, participando de la construcción de sistemas ancestrales de agricultura como los Manavai (jardineras grandes de piedra) y los Pū’oka (jardines de piedra, una especie de alfombra rocosa que cubre una extensión de tierra de unos 40 cm de profundidad). En estas estructuras se cultivaban antiguamente los principales alimentos del pueblo rapanui, además de plantas medicinales y otros cultivos, como el Mahute para el vestuario y el Hauhau, que se rescatarán a través de esta iniciativa.
Este proyecto agroecológico está liderado por Juan Haoa Hotus, cofundador de Toki, encargado de la conservación del patrimonio ancestral, y el agroecólogo Juan Carlos Cabrera. Se están probando sistemas de cultivo que puedan realizarse en espacios reducidos y con alta productividad, que sirvan para aplicar en toda la Isla con un mínimo de mano de obra y mantención. “En este contexto moderno, recuperar los Pü’oka y Manavai es una forma muy inteligente de cultivar, se aprovecha la humedad y la topografía del entorno. Además las piedras regeneran los suelos. Es algo que teníamos dejado de lado y es importante recuperar para las futuras generaciones porque es parte de nuestra identidad rapanui, ”… nos señala Juan Haoa.

Los Manavai y Pü’oka fueron técnicas y conocimientos tradicionales para la adaptación en momentos de situaciones climáticas extremas como las vividas en Rapa Nui.
La ONG Toki se ha mantenido en el tiempo gracias al Umanga, trabajo colaborativo ancestral con el apoyo de las familias. Su equipo humano es muy pequeño y busca potenciar sus propias líneas de autofinanciamiento.
Invitamos a los visitantes de Rapa Nui a conocer esta experiencia única de un Turismo Sostenible y aprender sobre Música, Arte, Construcción Sustentable, Agroecología, el Umanga o trabajo colaborativo y mucho más. Las entradas ayudarán a mantener la gratuidad de las clases para los niños. Asimismo se podrá adquirir productos de la huerta orgánica, regalos turísticos o un ukelele Toki como un hermoso recuerdo de Rapa Nui.
La ONG Toki se acoge a la ley de beneficios tributarios. La persona que quiera colaborar en forma permanente puede incorporarse a los Amigos Colaboradores de Toki escribiendo a contacto@tokirapanui.org para informarse sobre el procedimiento.


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