Ahu Renga Karo

Ahu Renga Karo

Ahu Renga Karo

Al costado sur de la caverna Ana Kai Tangata, antes de llegar a CONAF, existen vestigios de un antiguo Ahu costero que Sebastián Englert nombra Ahu Renga Karo Hoy se encuentra totalmente destruido. Según nos relata Alfredo Tuki Paté, ex-gobernador y actual director del Consejo de Monumentos Nacionales, este área fue parte de un asentamiento del clan Haumoana y hasta el año 1945 aún se podían divisar vestigios de Hare Paenga o Hare Vaka, llamadas casas bote por tener la forma de canoa invertida. “Este Ahu, en su tiempo, contaba con un solo Moai cuyo cuerpo estaría depositado en el sector de CONAF, pero cuya cabeza fue cercenada, perdiéndose su paradero. Posteriormente el sitio fue utilizado como corral, tanto para chanchos como para criar ganado.”

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La antropóloga Lili Gonzalez de CONAF nos da algunos datos. Indica que la arqueóloga Jo Anne van Tilburg, basándose en la información obtenida por Routledge en 1914 de un tal Langitopa, este Ahu habría marcado un límite entre tierras pertenecientes al clan Miru y al clan Haumoana a través de una “piedra en el centro.” Sin embargo, no se ha podido encontrar en la plataforma piedra alguna de tamaño o figura significativa que podría calificar como “piedra en el centro”, tampoco en los alrededores.

Para Van Tilburg, este Ahu debe haber tenido dos o tres o quizás más fases de construcción. Se visualiza un terraplen paralelo al mar, largo, semi-piramidal y casi perfecto, coronado por un muro de 10 a 12 piedras sin cortes o sólo con cantos superficialmente rodados. Al frente de la plataforma pareciera haber existido un gran acceso escalonado en el cual se han insertado algunas tumbas. La presencia de cuatro fragmentos de estatuas, localizadas por Routledge, sugieren que, en una de sus iteraciones subyacentes, fue una plataforma con Moai. Al frente hay dos tumbas, una de las cuales está abierta. Habría que chequear si restos humanos fueron removidos del lugar para terminar en un museo. Es muy probable que la tripulación francesa de “La Flore” (1872) haya removido docenas de cráneos humanos de varios Ahu cercanos a Hanga Roa, incluyendo este.

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Gran parte del patrimonio arqueológico de la isla se encuentra en su borde costero. La gran densidad de estructuras arqueológicas existentes son producto de los asentamientos pre-europeos ubicados en la costa donde los recursos marinos y el acceso al agua dulce eran primordiales. Las aldeas costeras principales correspondían a la elite con estructuras que poseían un alto valor simbólico. Se organizaban en torno a un Ahu o a un conjunto de varios Ahu o plataformas ceremoniales que podían o no tener Moai. Frente a los Ahu solía haber una gran explanada ceremonial y luego se ubicaban las estructuras habitacionales.

 

Durante el siglo XIX estás aldeas fueron lentamente abandonadas producto de una trágica disminución de la población y el traslado de los pocos habitantes a lo que hoy es el poblado de Hanga Roa. Luego con la compañía ovejera Williamson & Balfour, que arrendaba la isla al Estado chileno entre 1905 y 1953, el material de las casas es reutilizado para otros fines, principalmente para pircas que servían a la actividad ganadera. Más tarde, cuando la Isla se comienza a perfilar como un destino turístico, su infraestructura debía expandirse hacia la vía costera pasando por encima de gran parte de estas aldeas. Hoy, muchas aldeas están sometidas a los impactos de la ganadería extensiva y a los daños producidos por el hombre, como sucede con el Ahu Renga Karo.

Como vecino del lugar, Alfredo Tuki nos muestra que en el sector entre Ana Kai Tangata y el Ahu Renga Karo se encuentran aún algunos restos de tahetas, paengas y cimientos de casas bote entre las instalaciones municipales de los juegos de niños y nos comenta que: “A pesar de que el sector está parcialmente cercado, algunos vehículos utilizan este lugar como paso hacia la casa de masajes ubicada al costado noroeste del Ana Kai Tangata o para visitar el borde del acantilado. Hasta la fecha ningún investigador se ha interesado en realizar los estudios necesarios para reponer este asentamiento y su correspondiente Ahu.”

 

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